miércoles, 5 de noviembre de 2008

Bendito transporte... Nuestro, sólo nuestro

Uno fue creciendo, y con ello, nuestro transporte. Claro que sí.

Ómnibus que parecen que al andar se desarman. Sí, esos que tienen tres puertas. Una en el medio. Los de trompa. Pocos quedan, pero buenos.

Los comunes. Viejos, pero menos viejos que los de “triple salida”. Entre ese grupete, están los de asientos naranjas. Pasillo ancho. Fila única de asientos de un lado. Más gente parada, menos sentada. Notable.

Los nuevos y los re nuevos. Asientos acolchonados, tubos amarillos de plástico. Motor con poco ruido. Los re nuevos, electrónicos. Letras naranjas. Uno se pone contento cuando ve venir uno de esos.

Conductores, conductoras también. Guardas, guardas también (no tiene femenino). Amplio abanico de música. En esto no hay nada que decir.

Los asientos para lisiados no son para liceales, sino para lisiados. Uno fue creciendo. El precio del boleto también. Mi memoria alcanza hasta los $8.50 por boleto. Fantástico. Tres chicles me compraba con lo que sobraba del billete de $10. El bubaloo a $0.50 claro. Ahora ni ahí.

Bua… Satisfacciones como subirse al ómnibus y ver dos asientos libres, hay pocas. Complicaciones como ver casi todos los asientos libres, también hay pocas. No sé donde ubicarme. Desorientado, perdido. Después de un rato me doy cuenta que no estoy encarando, porque aún no me he sentado. Tranquilooo… Hay cosas peores como ir parado 45 minutos ponele. Lauchita, una mano en el bolsillo y otra en el tubo de arriba (si llegamos al de arriba). Creo que esto último llegó a quitarme el sueño. Formó parte de un proceso poder agarrase del tubo de arriba del bondi. Imposible viajar sin agarrarse de algo, les juro. ¡Ojaldre de que nos agarramos!
Llegué al punto de elaborar estrategias para superar los viajes largos. Música o radio es lo tradicional. En mi planificación aparecen también los libros para cultivarme. El tema es que no está bueno leer ahí. Mareos, sueño. Dormirse es un peligro. El porcentaje es alto de que te babees y te mire pila de gente. Además podés despertarte en destino, o no. Un penal.

Sentarse, en mi caso, en los asientos de atrás de las ruedas es feo. Paso mal. Uno que tiene miembros largos (todos largos), no puede estirarlos.
El mejor lugar a mi gusto es el del medio en la fila de atrás del todo. Vas despatarrado, no te molesta nadie para bajar, tampoco el sol, y lo mejor es que tenés vista panorámica del sitio. Casi perfecto diría. Ah… y estás al lado de la puerta para bajar.

“Toque timbre hasta que se encienda la luz. Gracias” o “Toque timbre, avise con tiempo. Gracias”. Carteles coloreados pegados con cinta, que los hicieron los hijos chiquitos de… alguien. Se ve que el nene rompe mucho las bolas en la casa y el padre le dice: “hace un cartel lindo que diga toque timbre…”. “Timbre en pasa manos”, cuando vi ese la primera vez quedé contento porque me di cuenta que tenía el timbre al lado del dedo, además significa que el transporte montevideano buscó variantes para la comodidad de uno.

Para terminar un buen viaje hay que bajar correctamente. Encarar. Si nos bajamos con el ómnibus en movimiento, somos salados. Al trotecito. Nos sentimos realizados.


Los personajes que suben a deleitarnos con la venta de algo o a cantar, van a tener un capítulo aparte claro está. Uhhh y los taxis también. ¡Fa! Que lindo.

3 comentarios:

Murdock dijo...

Jonne te voy a pedir con tu permiso si me dejas el de los artistas callejeros porque siento la necesidad de hacerlo. Tu sabras porque. Por supuesto eres libre para hacer el de los taxistas...

Jonne dijo...

Como no Capitán. Hazlo. El transporte es un capítulo y no estará terminado sino se publica lo que falta.

El blog está demas. Denle pa delante, sigan así.

tincho dijo...

"Guardas guardas" jaja, sublime renglón.

Aparte, muy jevi está tener pila de sueño y sentarte del lado del pasillo... te vas durmiendo y también pensás que el de al lado se puede querer bajar y vos re torrado, entonces el loco o la señora se mueve apenas y vos levantás tu cabeza con cara de dormido y de imbécil y te empezás a mover como para que se baje pero te das cuenta que la tipa solo iba a ver el celular y entonces hacés otros movimientos estúpidos tratando de disimular. pu aj